Wednesday, February 06, 2008

Sábados largos

(Big Black/Flaming Lips?, Chicos eléctricos, Bohren under club of gore, Jim Collins, Swell Maps, Glaxo Babies, Sumo y algunos otros desvaríos)

Theirs is to win
If it kills them
They're just humans
With wives and children
Flaming Lips- Race for the prize

I think I fucked your girlfriend once
Maybe twice, I don't remember
Then I fucked all your
friend's girlfriends
Now they hate you
Big Black- Bad Penny


Capaz que por estudiar psicología, siempre que me levanto (a no ser que esté llegando tarde a algún lado), tengo el disciplinado hábito de quedarme unos minutos tratando de recordar lo que soñé, para escribirlo en mi computadora. El resultado de eso son treinta y pico de carillas de descripciones de sueños que los guardo como una caja negra de algo que me pasó y posiblemente olvidé en la tarde. No hace mucho llegué a la conclusión de que si uno no recuerda el contenido de sus sueños, no tiene forma de cotejarlos con su mundo de vigilia, y por lo tanto, de no hacerse esta oposición, uno realmente estaría viviendo en dos mundos simultáneos. La reconstrucción de los sueños tiene algo de las construcciones de las naciones en el hecho de que uno suele llenar los vacíos con mitos y artificialidades que convienen a la historia –esto, por supuesto, hecho de forma inconsciente en el acto de recordar-, y más si uno suele escribir, sucumbiendo a la tendencia de adornar los sueños con algunas cosas que pueden cambiarlos.
Hay varios formatos oníricos que resultan muy sugerentes, pero uno de mis favoritos son los sueños vinculados a la música. Hace unos años tuve un sueño similar al que relata phibrizoq en este post, sólo que en vez de referirse a Chan Marshall, yo me encontraba en Tres Cruces con Fiona Apple y nos tomábamos un COT hacia su casa de La Floresta (sic), donde nos poníamos a ver Réquiem por un imperio, actuada por Harvey Keitel. Este sábado, cuando me desperté en la casa de María, con el brazo dormido (resultado evidente y esperable de dormir dos personas en una cama de una plaza), me encontré ciertamente agitado, pero no como esos despertares traumáticos post pesadillas, sino más bien como si hubiera estado corriendo, o algo parecido. Luego de estar unos minutos sentado al borde de la cama, me viene el sueño a la memoria. Estaba en BJ hablando con Alejandro (uno de los coordinadores del boliche y cantante de Vértebras, que tiene un formato físico de Rey Pirata) y el tipo me recriminaba que la gente que había traído mi banda era muy rara, y que estaba espantándole a unos turistas europeos que estaban comiendo ahí –sí, supuestamente el boliche también era un restaurante. Efectivamente, el público era una colección de góticos que estaban al borde del bondage, y cuando los veía me hacían una ligera reverencia con su maquillada cabeza. Hay un espacio en blanco que no recuerdo bien lo que pasa, pero luego de un ligero cambio de historia, yo estoy cantando y tocando la guitarra, en una banda cuyos integrantes sencillamente no recuerdo o desconozco. En el sueño mismo me percato que toco bien –algo que está muy lejos de ocurrir en el mundo real-, como si fuese una habilidad aprendida en otra vida. Termina una canción, y les digo al maquillado público que vamos a hacer un cover. La canción empieza, y ahora la reconozco como Race for the prize, una canción que irradia una bondad impoluta, en un disco de los Flaming Lips que parece un parque de diversiones en miniatura, que saca lo más paloma de uno, pero sin avergonzarlo, un mundo que no sería muy diferente a aquel alternativo que se presenta en el videoclip de los Chemical Brothers, The Golden Path (justo con la participación de los F.L.). Es un tema que a más de uno le podrá parecer no apto para diabéticos, pero para mí es como la encarnación de esos bellas utopías que uno creía cuando era chico. El estado de bienestar era tremendo, incluso al recordar el momento desde el borde de la cama, mi clásico revoltijo estomacal de la mañana se suplanta con un sentimiento de serena placidez. Pero esto sería un sueño más, sino fuera que después de un puente instrumental de golpe y porrazo la banda y yo nos pusiéramos a tocar Bad Penny, de Big Black. Debe ser la primera vez en la historia del material virtual o escrito se menciona a Flaming Lips y a Big Black en una misma línea. Es decir, intento encontrar un caso más extraño, pero realmente esas dos bandas juntas son un auténtico oxímoron. Quizás lo que las vincula son su misma oposición. La única cosa en común es que son dos discos que he estado escuchando bastante últimamente: el The Soft Bulletin y Songs about fucking.
El disco de Albini y cía es lo más perverso que se puede haber escuchado. Perverso en el verdadero sentido de la palabra, es decir, desde términos propiamente psicoanalíticos, ese disco sólo lo puede haber escrito un tipo de estructura perversa. Albini dice todo, y lo dice sin compasión alguna, como esa parte hablada de Bad Penny que yo recito en el sueño mientras todos los góticos se agitan espantando a turistas blancos como la leche: I think I fucked your girlfriend once/Maybe twice, I don't remember/Then I fucked all your/friend's girlfriends/Now they hate you. Es una estrofa jodida, dentro de una canción jodida y un disco aún más jodido. Este tema siempre me pareció (ya se que es anterior, pero lo escuché después) una versión radicalizada y supurante de lo que es Liar, de Henry Rollins. Esas canciones que destilan veneno y autoproclaman al mismo cantante como la mayor escoria que pueda existir en la tierra. En lo que triunfan ambos temas, pero de una manera aún más jodida en el caso de Albini, es en lo hondo que golpea aquello al ser hablado en primera persona, dejando afuera como por decantación todo residuo de culpa. Es maldad en carne viva, sin destilar, la droga nunca antes imaginada que mata en el primer pico directo a la vena. Todo en el disco de Big Black suena enfermo como un tejido ulcerado, desde el amor thanático de My precious thing, a la dimensión más maliciosa todopoderosa del sexo femenino en Pavement Saw.
Pero el sueño sigue, y entonces, luego de terminar aquel macabro medley, la canción vuelve al tema de los Flaming Lips y termina de la armoniosa forma en que había empezado. La manera en que el tema de Big Black aparece suelto en una canción como un tumor en un cuerpo sano, hace ver todo aún más oscuro, como esas cicatrices en los cuerpos de los personajes de Crash. Pero la gente aplaude y ya no queda un solo europeo entre el público.

Yo quería hacer
un tema que hable del ayer
no es hoy
porque hoy mi mundo se rompió
Chicos Eléctricos- Tolerancia zero


Un sábado despierto a las nueve de la mañana pierde mucho de sábado. Quien está acostumbrado a despertarse a eso de la una, al andar caminando tan temprano por las calles de Montevideo uno siente que el día va a hacérsele demasiado largo. Cuando camino por Pocitos tan temprano o tan tarde –es decir, en los momentos donde la mayoría duerme- me gusta caminar silenciosamente, tratar de que mis pasos sean cada vez más sordos, como los de los ninjas que veía en la televisión cuando era chico. Piso casi de puntillas, me gusta caminar por el medio de la calle, cada vez más silencioso. Es un sentimiento de bienestar que podría definirlo como el placer de ir desapareciendo, volverse invisible hasta ser un espectro en la ciudad y dejar de existir. Es ahí cuando en la esquina misma de Tomás Diago y Solano Antuña me cruzo con un ex profesor mío que admiraba bastante, y con cuya hija salí y terminé portándome muy mal hace más de tres años. Lo saludo con un ligero gesto de cabeza, pero el señor me saluda por mi nombre y con muy buena onda me pregunta en que anduve todo este tiempo. Medio incómodo, le hablo por arriba sobre la facultad, sobre mi último libro y alguna que otra cosa de mi familia, preguntándome si el tipo sabrá sobre el desenlace de mi relación con su hija, si lo sabe y me perdonó, o si lo sabe y todo aquello es un buen trato tan macabro como el medley de Bad Penny en Race for the price. Me despido del tipo en buenos términos, diciéndome que un día de estos compra mi libro. Agitándome su mano, mientras baja a la rambla, me pide, ya a media cuadra, que le grite dónde puedo comprarlo.
Estaba yendo a mi casa, pero entonces se me ocurre dar la vuelta y pegarme una pasada por la feria (sé que si llego a mi casa, probablemente lo único que haga es ver cómo el sol va ascendiendo desde el este hasta el cenit, mientras busco información inútil en la wikipedia). La feria de Villa Biarritz es, pongámosle, una cagada, un lugar en donde hay una continuidad de puestos que venden las mismas poleras y calzas para mujer, las mismas imitaciones de ropa Mormaii para los hombres, los mismos mates y cuadritos de Torres García para los turistas. Lo único rescatable de la feria son dos puestos que también se encuentran en la feria de Tristán Narvaja, infinitamente superior en oferta a la que me dirigía. El paseo por la feria tiene como único objetivo esos dos puestos: Mezzanina y Helter Skelter Records, aka el puesto de Ernesto, gran arqueólogo de vinilos al que le llegué a encontrar discos de bandas garageras tremendamente desconocidas, uno de Lydia Lunch que casi compraba en un enfermizo impulso fetichista, uno de Boys next door, y el Kick out the jams, sin salir del forro, que todavía no vendió y que, para los interesados, está por 800 pesos (como treinta y seis dólares). Últimamente no hay mucha suerte en el local de Ernesto, me cuenta con ciertos tintes místicos que está por venir de Estados Unidos un primo suyo con un material increíble que prefiere no anticipármelo. Cuando vende en Tristán Narvaja es gracioso el hecho de que siempre acude la misma gente, todos con un enfoque algo nerd y algo yonqui, un barbudo que toca en Vellocets y es fanático del Rockabilly, un madrileño que es exactamente igual a David Lynch, sólo que sin las canas, y entre otros cuantos, yo, que le hago escuchar a Ernesto por mi IPod las nuevas cosas que me he bajado. Pero hoy no tiene nada, y entonces voy a ver qué hay en Mezzanina, un lugar que no suele tener cosas muy fuera de lo común, pero que cada tanto depara sorpresas (ahí una vez conseguí dos discos de Can). Hablo un poco con el pelado, reviso los discos, y el mismo material de siempre: Aerosmith, Pink Floyd, Yes, Iron Maiden, Nirvana, Soundgarden. Me topo con el Americana, de Offspring y lo reviso por un momento. Tiene el pequeño rayón de lapicera en el borde inferior: sí, es mi disco, el disco que decidí canjeárselo por otro cuando tenía diecisiete años. Recién ahora me vengo a dar cuenta de que hace cinco años que el tipo lo tiene y aquello me genera una extraña sensación. Dios sabe que hoy en día hay pocas cosas que me interesen menos que Offspring, pero mi fetichismo con ciertos objetos suele desembocar en una relación bastante íntima con ellos, y aquello se siente como encontrarse con un viejo amigo luego de cinco años y ver que está en cualquiera, sabiendo que si uno lo hubiera apoyado quizás hubiera agarrado por un mejor camino. Cinco años de haber pasado por los dedos de miles de personas, sigue ahí, junto a muchos otros discos despreciados por sus antiguos propietarios, en esa batea que es como un orfanato de plástico y papel.
Buscando más discos, justo detrás de uno de Green Day, me encuentro epifánicamente con What would the community think, de Cat Power, y cuando grito “Pará!”, todos los posibles compradores me miran, junto al pelado que no entiende mi reacción. Desembolso y decido abonar inmediatamente el disco, sorprendido de mi suerte, no sólo por el hecho de encontrar el disco, sino también por tener la suficiente plata encima. Siguiendo en mi racha, encuentro el Juguete subterráneo de Chicos Elécticos, y decido comprarlo, un poco porque me gusta, un poco por el precio absurdo (200 pesos -menos de diez dólares), y otro poco por el valor histórico de dicho material. A diferencia de la mayoría de la gente, a mí me gusta el Juguete Subterráneo. Es verdad, no tiene el vuelo de Psychosound, pero es un disco atorrante, tan atorrante como era la banda en sí, tan atorrante como el tema trece, en donde se repite inexplicablemente todo el disco. Más tarde Ezequiel me disipará las dudas, explicándome el por qué de dicha redundancia. Aparentemente el disco demoraba veintidós minutos, y a la disquera Koala le parecía demasiado poco. La banda dijo que iban a ver qué hacían, y le devolvieron a la compañía una nueva copia de nada menos que cuarenta y cinco minutos. Los tipos de Koala naturalmente no escucharon el disco, y contentos con ver el número 45:09 en su reproductor, decidieron lanzarlo. Uno si pone el disco, llega hasta el tema doce, y en el trece empieza todo de nuevo, todo de corrido en una sola pista. Este detalle creo que habla de sobra acerca de lo que eran Chicos Elécticos, una de las bandas más salvajes y apaleadas (casi en sentido literal) de aquel extraño inframundo en que se convirtió el rock uruguayo de los noventa. Pero los placeres que brinda el disco no terminan ahí, voy a mi casa y después de escuchar el de Cat Power, pongo el disco, me empiezo a fijar en el librito –muuuy fulero, de por cierto, aunque quizás esa era la idea- y detrás del plástico transparente del porta cd, encuentro suelto, el siguiente papel:


Aparentemente venía la entrada gratis con el disco. Una entrada que nadie aprovechó. Trato de aventurarme en aquel cuatro de diciembre, posiblemente en el año 1998, un día antes de mi cumpleaños, donde hacía un cumplebaile que sería radicalmente opuesto a aquellas noches de distorsión taladrante en los terrenos del buen alemán Thomas, posiblemente uno de los tipos más unánimemente queridos y respetados de los que he oído hablar en mi vida. Pienso qué hubiera sido mi vida si hubiera usado esa entrada, y realmente importa poco si aquello es una falsa pista dejada por el antiguo propietario del material o los mismos dueños del puesto, lo pongo lentamente en la estantería, lo veo desde mi cama y me siento estar frente a un resto arqueológico de gigantesco valor.

Now you can't come and play
in my garden
i have to close the gate
for fear you might hurt me
or worse, I'd hurt myself
Jim Collins-Scorpio in Mars



Luego de dos escuchadas al disco de la señorita Chan Marshall y uno al de Barcia y cía, sé que tengo que ponerme a estudiar. No voy a ser el primero ni el último de quejarme por estudiar en verano. Cuando estaba en liceo consideraba el estudiar con música algo muy ligado a la falta de rendimiento, de a poco cayendo ante el influjo de la canción e inevitablemente tocando una batería imaginaria con mi lapicera. Sin embargo, con el tiempo la necesidad de llenar el vacío con música se fue haciendo más imperante, y así me fu acostumbrando a estudiar al principio con bandas más o menos suaves, hasta llegar a leer aburridísimo material de Psicología Genética con Hablan por la Espalda taladrando los oídos. Incluso, puedo perfectamente comer o dormir con cualquier tipo de música, algo que para la mayoría de la gente resulta impensable.
Aún así, en estos días el estudiar me ha resultado una labor escabrosa, un poco porque estoy tratando de leer algunos seminarios de Lacan (algo que resulta bastante denso incluso para ciertos profesores), y otro poco debido a que al pasar verano en Montevideo y no en Atlántida, me siento un poco fuera de ambiente. Por esta misma razón, mi concentración está bastante más enclenque que de costumbre, por lo que tengo que limitar el rango de músicos que escucho mientras estudio.
Luego de probar varios, me doy cuenta que lo único con que me puedo desempeñar más o menos bien es con música no cantada, especialmente el jazz (todo se ve mejor y más sofisticado si está acompañado por una serena cortina de jazz).
Para no quemar los pocos discos del género que tengo en mi casa, decido bajarme algo de música ambient. Me bajo algunos de Brian Eno, y uno de Authecture, que recomendaban en elbailemoderno. Supuestamente, el ambient no se puede medir con la misma vara con que se mide el resto de la música, es una escucha que se parece más a la de la atención flotante del psicoanálisis que la de una anamnesis que intentanta encontrar la verdad detrás de una estrofa o un enunciado. Por este mismo punto, el tema del ambient parece un género hecho a medida para el estudio. A pesar de mi buen ánimo y mis ganas de darle una chance al género, no tardé en darme cuenta de que el ambient me embola profundamente y tal embole termina resultando más contraproducente para el estudio que un disco de los Bad Brains.
Sin embargo, una semana después, en un día de muy poca creatividad, busco entre algunos discos uno que me prestó Gustavo Antuña y que no le había dado bola. Me resultó extraño que a pesar de su macabro nombre, Bohren und der Club of Gore, Gustavo me dijera que era “música tranqui, pero muy buena”. Luego de tenerlo unos meses archivado lo escucho. Se siente algo parecido a un cello invadir mi cuarto y me pongo a escuchar un saxo que avanza lento pero poderoso como la lava. Uno espera el estallido, pero nunca llega. Es un jazz oscuro, denso y profundo como zambullirse y nadar en un mar de brea. Es de día, pero siento como si de golpe la luna eclipsara al sol, y estuviese en una profunda penumbra, suplantándose el calor por una brisa fresca y marítima con olor a humo de tabaco y whisky. Al principio pienso que esa música es un paisaje cinemático para cualquier film noir que se haya hecho. De esto no hay duda alguna: el saxo reptante, los silencios, las escobillas de batería, el piano sereno e intuitivo, mi cuarto parece perder color y volverse a blanco y negro, y prácticamente se siente inminente la llegada de una femme fatal con una boa de plumas sobre el cuello en el umbral de mi puerta. Pero luego descubro algo más. El nombre de la banda no es utilizado en vano: se siente como la música de film noir, pero es aún más oscuro, con otra textura. Es ahí que el nobre de David Lynch salta a escena, y me doy cuenta de que es inconcebible que ninguna de aquellas canciones se haya incluido en Twin Peaks, como cuando aparecía en escena la bellísima Audrey Horne (una especie de femme fatal teen y virginal), en Lost Highway, en el oscuro y ascéptico apartamento de Bill Pullman, o incluso en el megaclip del estadounidense que es Industrial Symphony n.1. Sobre todo en este último material, las similitudes entre la banda alemana y la música de Angelo Badalamenti se hace más que notoria. A medida que voy escuchando el disco, siento que mis movimientos se vuelven lentos, cargados de sospecha, como si toda la habitación estuviera llena de piolines y palanganas con las que tropezar, como la habitación de Oliveira en el capítulo 56 de Rayuela. Recurro al wikipedismo y trato de sacar información de la banda, y se ve algo que es sorprendente, pero que es entendible en el producto sonoro mismo: la banda tiene un pasado entremezclado con el Doom Metal. Efectivamente, hay algo en la oscuridad de las atmósferas y armonías, así también como el ritmo lento, que no pueden suponer otra cosa que aquello, incluso el término doomjazz me parece tremendamente atractivo para definir al estilo de la banda. El disco termina y la luna vuelve a ocultarse detrás del horizonte, el sol quema mis piernas.

Extrañamente, al día siguiente mismo me bajo un disco al azar en Mutant Sounds -página fetiche de la que bajamos semanalmente varios discos brunomilan y yo- y me encuentro con un tal Jim Collins, del que NADIE sabe NADA, ni siquiera el mismo tipo encargado de la página, que es como el oráculo de Delfos en lo que se refiere a discos ignotos (el disco se lo pueden bajar acá). Es un disco del 2000, y la tapa promete algo oscuro y a la vez campestre. La música justifica la tapa, es un folk oscurísimo, que parece haber sido grabado en el fondo de un aljibe ubicado en el jardín de una casa tapeada de alguno de esos pueblos fantasmas que bordean las interestatales de Estados Unidos. Es tan oscuro y tenebroso como esa cosa inasible que te roza la pierna en un arroyo, se escucha la voz del tipo, monocorde, en una especie de psych folk donde algunas guitarras con fuzz y wah wahs entran y salen como el trino de unos pájaros que surcan el cielo, lejano, muy lejano, porque uno sólo los puede ver desde el fondo del aljibe, en ese agujero celeste del que se filtran unas pocas gotas de luz. Me imagino caminar una noche por un bosque intocado del balneario Biarritz, escuchando la voz y la guitarra de Jim Collins en mis audífonos como un mensaje del más allá. Prometo hacerlo algún día, pero de vivir esa experiencia, no sé si viviré para contarla.

Silver moon is always writing
Like the waves write on the sea
Silver moon is always laughing
When she should really cry
Silver moon is like a window
Like adoor into the sky!
Sumo- Mula Plateada


Es de noche, y a la computadora le tuve que dar un descanso. Tres días y medio sin apagarla, me la imagino sudorosa y cansina, como esos caballos que arrastran carritos en el pleno verano. Elegir un disco para dormirme es todo un evento. Es más, el hecho de acostarme a dormir es un evento. En estos últimos años no me acuesto a dormir, generalmente me quedo dormido. Es así que me he despertado de todas las maneras posibles, sentado en una silla giratoria; sobre la laptop, con el word con un ñññññññññññññññññññ de quince páginas; o con la mitad del cuerpo en una silla, y la otra en la cama, abriendo los ojos y encontrándome con la aterradora imagen de Santolalla, en una portada de una Rolling Stone mustia que usé como almohada.
La elección del disco está relacionada con un pasado post de Dagnasty, que me introdujo a una banda post punk llamada Glaxo Babies. Últimamente venía de una buena racha Post Punk, escuchando a varios discos de la escena de Bristol, entr ellos el deslumbrante Y de The Pop group, por otro lado This Heat, con ese disco genial que es Deceit, adelantado a todo y grabado, nada más y nada menos que en un ex frigorífico, y uno de Swell Maps, una banda genial, que tiene la particularidad de convertir su tosquedad interpretativa en el mismo recurso de experimentaciones sónicas y paisajes sonoros. O sea, uno escucha a Sonic Youth y, más allá del tema de las afinaciones alternativas, uno sabe que Moore y Ranaldo son buenos guitarristas. En el caso de los Swell Maps, Nikki Sudden y co, crean su música e interludios en una especie de proto-post-punk en el que prevalece la desfachatez y guerrillero espíritu amateurista de la escena del primer punk, pero haciendo collages sonoros que muchas bandas harían recién unos años después, tomando la posta del kraut y otros géneros. Mientras la desafinación en Sonic Youth es un recurso, en Swell Maps es un modo de vida.
Pero volviendo a los Glaxo Babies (el nombre de la banda proviene de unas macabras mutaciones que sufrieron algunos bebés británicos luego de que sus madres consumieran un medicamento llamado Glaxo durante su embarazo), siendo una banda ya de por sí muy buena, una de las cosas más interesantes, tal como lo dice Dagnasty, es el paralelismo con una banda mucho más conocida y cercana de una época poco posterior: Sumo. En su fotolog, pone el ejemplo de la canción Flesh en contraposición a Cinco magníficos, pero yo encuentro un parecido sobre todo con Mejor no hablar de ciertas cosas, sobre todo la linea de bajo al comienzo de la canción y la entrada de un saxofón que es realmente un calco al de de los británicos. De cortesía, les dejo los dos temas para que comparen por sí mismos.

boomp3.com
boomp3.com

Si les interesa bajarse entero y con mejor calidad de sonido el disco de los Glaxo Babies, acá les dejo el link de descarga, via tastes like rock and roll.
No sería la primera vez que Sumo mete mano en otro material, ya desde el mismo nombre del disco Divididos por la felicidad, hasta algunas letras, de la que recuerdo este post de Benito en fuckyoutiger. Esta escucha me llevó a una revisión del material de Sumo, y muy diferente al ánimo carnicero que me había movido en un primer momento, inusitadamente se generó una nueva apreciación de la banda. Sumo era de esas bandas de las que prefería el mito a la historia verdadera. Una vez un amigo, en referencia a Cadáveres Ilustres, me dijo que esa banda tenía que localizar todas las copias de su discografía y quemarlas para vivir de su mito. De Cadáveres Ilustres no escuché nada, por lo que me abstengo de opinar, pero rescato el comentario, porque es muy parecido a lo que opinaba de Sumo. Luca Prodán es un personaje apasionante, con una historia de vida mucho más apasionante de la que me imaginaba (pinta muy bueno el babilónico documental de Rodrigo Espina ), pero en cierto punto, siempre le achaqué de que él, junto a Los Redonditos de Ricota, contiene el gérmen de muchas de las cosas que odio del rock argentino y uruguayo de estos días. El rock de remeras es muy difícil imaginárselo sin Luca y el indio Solari, y esto es razón suficiente para poner alguna que otra objeción a la imagen mítica de los dos pelados, sin importar cuánto nos haga cagar de la risa el Pity en algún suplemento de TN noticias. Pero diferente a todo lo que suele referirse a Sumo, hice lazo con la banda por la música, algo a lo que no le prestaba atención desde hace mucho tiempo.
Me compré el Sumo: Obras Cumbres en un verano en Punta del Este, un verano bastante sufrido porque sería uno de los primeros en que pasaría lejos de aquella mujer que en aquel entonces se estaba convirtiendo en mi novia. Todos los temas, en especial Mula Plateada y No acabes me recuerdan a la melancolía mía en un barcito reventado (el único, entre todos boliches de mucho presupuesto) hecho de requeches que quedaba al borde del arroyo de la Barra. El dueño del bar era un veterano que había curtido mucho de los ochentas, y ponía más que nada temas de Tosh, Marley y los temas más reggae de Prodán y cía. Recuerdo recostarme en una hamaca paraguaya, con una kaipiroska, sintiéndome hermosamente desdichado mientras escuchaba You'd better get up brother, up brother,/Up brother yeah! /Don't you go too far! , mientras miraba cómo en la otra orilla del arroyo se armaban hecatombes binacionales, en un baño de botellas rotas, tierra y camisetas polos manchadas de sangre (admito que quizás exagero). Pero volviendo a Sumo en sí, se puede considerar a Prodán más que un gran Marcopolo en términos de géneros introducidos a la Argentina. La estrecha relación que había entre el punk y el reggae (un hecho del que la mayoría de la historia oficial del rock suele pasar por alto), así también como el protagonismo del bajo en el movimiento post-punk, suele ser de las cosas que se le suelen adjudicar a Luca como principal introductor. De hecho, podría considerarse a Sumo como la primera banda de reggae, y quizás post punk de argentina. Pero más allá de eso- que después de todo, no es otra cosa más que etiquetas-, Sumo tiene un plus frente a muchas bandas de la época que lo hacen trascender de un mero hecho generacional. Temas como Mula Plateada están a años luz de cualquier cosa que haya hecho el reggae del río de la plata, con un contenido psicodélico del que quizás los verdaderos exponentes sean Spinetta, Manal, entre otros que ya venían haciendo de las mejores letras de la zona, pero que dentro del género sacan a relucir una cara del dado que la mayoría de las bandas pedorras del reggae o ska olvidaron, o fueron sencillamente incapaces de hacer salir a luz, prefiriendo optar por mensajes de paz o amor o versos deslumbrantes como “Cuidado con la cana que va’ pré’”. Incluso, Mañana en el abasto, más allá de su sencillez lírica, tiene unas imágenes y paisajes sonoros que inexplicablemente se vuelven omnipresentes en toda caminata mañanera post fiesta por cualquier ciudad que aún no se ha despertado, cuando se ven salir a los porteros con sus mangueras descoronando el día. Y también, el solo de la guitarra asquerosamente distorsionada de Mejor no hablar de ciertas cosas tiene una esencia pérfida, tan jodida, que encastra como pocos solos que he escuchado en la historia del rock rioplatense (quizás sólo después de cualquiera de los temas Días de blues). Y la lista sigue, con la canción no tanto por lo bueno como por lo necesario que resultó ser La rubia tarada, hasta Cállate Mark, que a base de fuzz, flangers y reverbs atronadores a mi parecer es de las cosas más góticas que he escuchado por estas latitudes. Por ahí uno dice que todo eso ya fue inventado, pero si nos ponemos así, la tenemos complicada para el rock de este hemisferio.
Pero el verdadero cambio de opinión llegó cuando antes de dormirme puse “No más nada”, un tema un tanto ninguneado por salir en esa recopilación post mortem que es Fiebre. Es un tema muy austero, un sonido que acusa evidentemente un b-side de lo que podría ser un tema, pero en esa misma estética despojada se concentra la belleza del tema, así como no me podría imaginar Game of pricks, o cualquier tema de GBV en un super proceso de producción. La guitarra, una batería que parece haber sido grabada en un submarino, la voz lenta y confesional de Luca, no sé si es la noche, el sueño, la cama abierta, o la noche que se cuela por la ventana y se hecha a dormir en el piso, pero aquel tema parece hacer encastrar todas las piezas de un sábado, muy, pero muy largo. Y duermo escuchando don't know when it's time to change/It comes the change right now/I can feel it vibrating through the ground/Baby, here by me, baby, baby/Climb out off the sea/You're a wet fish/Wet fish come/Wet fish go/Wet fish come/And wet fish go, pensando que alguna vez tendría que haber tocado ese tema a alguna persona desconocida, en una noche como esta.
boomp3.com

76 comments:

Phibrizoq said...

¡Primero! (Esto me hace acordar a cuando era otro idiota más con fotolog, jaja). Supongo que todos tenemos nuestro grado de inmadurez, he aquí el mío.
Cuando termine de leer todo, comento bien.
PD: ¡Agrandá la letra de la última parte, que no se lee un carajo!

Agustin Acevedo Kanopa said...

Justo en el post hablo sobre un sueño similar al que tuvo usted con nuestra queridísima Chan Marshall.
Tómese su tiempo en leerlo, fue un post largo, para un sábado largo

lucas said...

muchas veces me puse a pensar en la figura de steve albini como una persona tremendamente perversa, al punto tal que uno realmente comienza a tenerle miedo. lo primero que recuerdo de él es su nombre. lo habré leido mil veces en revistas y siempre me llamaba la atención de que sea el hombre detras de todos esos discos que me gustaban (desde nirvana a fun people) y, despues, cuando finalmente llegue a sus bandas (primero shellac, despues las demas) llegue a la conclusión de que este tipo era, basicamente, lo mas grande que le habia pasado a la música en mucho tiempo. pero siempre, como te decia al principio, me llamaba la atención esa postura de continuo absoluto enemigo de la sociedad que suele tener, y, quizas esto tambien sea uno de los motivos por los cuales le tengo tanto respeto. el "songs about fucking" creo que es como el disco que mejor deja en claro sus "obervaciones" sobre las cosas y, al leer las letras, es imposible no sentirse atraido por ese veneno continuo que destila. sin embargo, esto se acentua aún mas cuando uno ve presentaciones en vivo (cosa que estuve haciendo mucho, ahora que su llegada a la argentina es inminente). y justo el otro dia estaba viendo un video de shellac y albini estaba en llamas y ahi se me vino a la mente de que tiene todo el look de ser una persona absolutamente fucked up, con esos anteojitos y esas cosas...no se, no se ni adonde me dirijo, no se di lo que hablo. pero el tema es que con albini hay que andar con cuidado.

Ezequiel said...

creo que esta sabido que el albini como músico es un personaje que le gusta MUCHO jugar con los tabues norteamericanos, la misoginia brutal, el racismo, y todo lo que este MAL. Es una cuestión de trangresión (que la maneja muy bien) y el primera persona le funciona muy bien ya que es muy creíble. Pero me parece que es un tipo mucho más tranquilo de lo que aparenta musicalmente. Especialmente cuando se desnuda, como en la muy buena "billiard player song" de Shellac.

Phibrizoq said...

Acabo de leerlo enterito (creo que es la primera vez que leo un post tuyo de corrido): ¡gracias por la referencia a mi blog!, ahora la gente no sólo llegará a El Índice de Mármol a través de Degollando Cisnes por dudas acerca de mi sexualidad, jajaja (Agustín me entiende).
Nunca escuché un disco de Flaming Lips o Big Black (aunque obviamente sí escuché canciones sueltas de los primeros), son otras dos bandas que tengo pendientes hace tiempo.
Con respecto a la música para estudiar, Low es una banda perfecta para ello. Scaruffi (perdón por utilizar siempre al mismo crítico como referencia, ya parezco un disco rayado, pero ese tipo es un genio) dice en la página donde los reseña, que Low está más cerca del ascetismo que del minimalismo realmente, y tiene bastante razón.
Si no, otro de mis disco perfectos para estudiar es Chance Meeting..., el debut de Nurse With Wound. Poner el track de Throbbing Gristle "After Cease to Exist" de The Second Annual Report en repeat funciona muy bien también. El Industrial que está más cerca del dark ambient tiene esa cualidad de ser tranquilo, pero a la vez perverso, lo que hace que sea mucho menos aburrido.
Ahora, si nos referimos a bandas que hacen ambient extraño, puedo citar a Paysage D'Hiver, una banda suiza (!) de Black Metal (!!!) ambient (!!!!!!). O sea, nunca había escuchado una construcción referida a la música tan oximorónica como "Black metal ambient", pero es así. Sólo me limité a escuchar un par de temas en YouTube, pero lo poco que escuché me pareció increíble. En realidad lo que me atrajo de la banda fue la combinación de nombre (Paysage D'Hiver debe ser uno de los mejores nombres de la historia para una banda, todo en francés suena tan bien) y tapas (que son paisajes invernales -como indica el nombre de la banda- en blanco y negro extremadamente desolados y deprimentes).
Nunca escuché a Sumo seriamente (más allá de un par de temas), pero Luca Prodan me parece una de las figuras más inteligentes del rock nacional (y pensar que ni siquiera era argentino). Si no hubiera sido por él, probablemente estaríamos incluso más atrasados de lo que estamos en el terreno musical.

PD: Wow, creo que nunca hice un comment tan largo para un blog.
PD2: Te sigo envidiando por lo de Poder Gatuno.
PD3: La mina que está en la tapa del disco de Big Black, parece que estuviera pariendo o levantando algo pesado más que cogiendo.

Agustin Acevedo Kanopa said...

La cara y los gestos de Albini (sobre todo esos lentes)parecen pertenecer al rostro de esos personajes buenos, serenos y destacados, que a sus cincuenta años se descubre que habían sido violentos asesinos múltiples. Si se le midiera la superficie craneana al mejor estilo de la antigua técnica de frenología, seguro que coincidiría con la de tipos como Chikatillo.
Ahora, hablando en serio, de Albini admiro su labor de ingeniero de discos como el Surfer Rosa y el Goat, de Jesus Lizard.
También me parece increíble, como dice ezequiel, el punto al que llega a incomodar, sobre todo en el manejo de la primera persona, tal como lo dije en el post.
De su discografía no conozco tanto aún, me gustó muchísimo el Songs about fucking, de Rapeman no escuché nada aún, mientras que de Shellac escuché un ep o algo parecido que se llamaba The futurist, que no me gustó mucho, y el Excellent italian greyhound, al que le debo más escuchas.
Tanía pensado ir a Buenos Aires por vacaciones de julio, pero la visita de Shellac a dicha ciudad en marzo es una buena razón para acelerar trámites.

phibrizoq:
a mí me parece que la tipa está así de angustiada porque posiblemente tiene un BIG BLACK entre las piernas

Anonymous said...

Agus:
Genial post. menos lo "musical", que salvo que hables de alguna banda no snob y o que conosca yo(raro)no me interesa. Sublime la parte del sueño, no hay que ser psicologo para descubrir qeu tenes una mente particular, ja.
Y lo mejor lejos, la parte que describís como es caminar por montevideo/pocitos y narras un simple encuentro. Que bello es lo simple. Y sobre todo bien narrado. Dedicate a eso. mucho mas artistico, interesante, y enriquecedor que tus coemntarios musicales. Por lo menos asi lo veo yo.

PD: que ameno el "profe"

Agustin Acevedo Kanopa said...

Jorge, a cada uno le gusta la parte que le parezca del post, en este caso, me alegro de que te haya gustado el encuentro con ese profesor que los dos conocemos.
Ahora bien, no entiendo, primero, las comillas en "musical". Digo, estoy hablando de música, no sé donde está el misterio.
Segundo, no me parece que un enfoque excluya al otro, y en general trato de hacer convivir los relatos de mi vida personal con las cosas que escucho, leo o veo o produzco (y esto no es un recurso literario, es mi forma de vida).
Y tercero, el tema del snobismo me parece mal encarado. Supongo que si hablara de los Beatles no sería snob, y sin embargo, si hablo, pongámosle, de Jim Collins, sí soy snob. Es decir, si te hablo de Jim Collins no te estoy hablando de un tipo que haga música con pedazos de costillas de cerdo, ni que haga temas de treinta y cinco minutos que consisten en un tipo contando de 1000 hacia atrás mientras se escuchan frenazos de autos (escucha que aún así no es una causa per sé para ser snob). Suponete que Jim Collins es un tipo mucho más sencillo que muchas composiciones de los Beatles, mucho menos conceptual que trabajos de los ingleses como Sargeant Pepper.
O sea, la conclusión que saco es que el único determinante que tenés para definir al snobismo es si vos no lo conocés, concepto muy riesgoso en el que se encuentra parte de la explicación del conformismo cultural de hoy en día.
Si te sirve una definición, creo que sería snob si te dijera que Ob-La-Di, Ob-La-Da me parece una excelsa construcción de un tema pop, cuando todos saben que la detesto.

Phibrizoq said...

Lo que decís del Big Black es posible. Así la cosa encaja más (no pun intended, en serio).

pad said...

Como siempre el post dispara 300 cosas. Yo comentare solo una de ellas. Creo que sumo es Luca Prodan. Musicalmente el propio Luca siempre definió el proyecto sumo como una ejecución licuada de la música que el traía de europa. En este sentido sumo es un proyecto atractivo estéticamente por la personalidad de sumo mas que ningún otra cosa, incluyendo sus propias canciones.Quizás su mejor canción "Mañana en el abasto" es un intento por incorporar una lírica propiamente porteña a su composición.

Personalmente hay pocas canciones más que desearía ver ejecutar en vivo como "crua chan".

Agustin Acevedo Kanopa said...

Pad:
Concuerdo y disiento.
Sumo es Luca Prodán, tanto por la usina iconoclasta que representa el propio Luca (como ejemplo de ello, para encontrar una imagen de toda la banda tuve que buscar bastante, apareciendo en la mayoría fotos exclusivamente él), así como -hasta donde sé- por su posición de ideólogo, como bien decís, su intento de hacer un licuado con todas las cosas que traía de Europa.

Ahora bien, disiento en el punto de que Sumo también es sus intérpretes, sobre todo en lo que toca a Arnedo. Siendo el bajo uno de los instrumentos fundamentales en el postpunk -basta recordar los bajos de Gang of four o Joy Division-, la labor de un bajista de la talla de Arnedo es fundamental. Se sabe de manera extraoficial lo mucho que le rompían las bolas las exigencias de Luca en cuanto a su papel en la banda -sabiendo que podía dar mucho más que ese minimalismo ochentoso que proponía el pelado- y de cierto modo se salió con la suya, porque siempre encontró una forma de ser distinto y a la vez no tan distinto (citando a ese tema de Sumo del After Chabón), para poder mantenerse en esa quimera de Prodán y a la vez meterle un sello propio.
Después vino Divididos y el tipo le dio rienda suelta a todo lo que había acumulado en ese tiempo con resultados, a mi parecer, más bien irregulares.

Ezequiel said...

acabo de descubrir algo simpático en tu blog: por alguna manía extraña, pones las tags en el título.

Agustin Acevedo Kanopa said...

El tema es que los tags los uso como unas categorías muy específicas, que son: melomaniando, al fondo a la derecha, escopofila, entre unos pocos más.
De cierta forma, me parece necesario señalar al principio, y no tanto al final qué temas toca el post, porque al ser tan largo, es muy difícil que alguien puede saber, a una simple vista, de qué se trata.

Colifloressecas said...

estaba estudiando para mis exámenes y dije: "ya que todos estan juergueandose, veré si me pongo a escuchar música para que no se sienta el reggaeton".

uno de los discos que puse, luego de haberlo ninguneado durante mucho tiempo, fue justamente The Soft Bulletin. Y la primera canción, Rice for the Price, me hizo pensar "¿porque mierda no me puse a escuchar este disco antes?"

astllr said...

no me queda claro lo que dice, agustin, sobre la reconstruccion de los suenios como completando los huecos o vacios con mitos y artificialidades.

En todo caso intentamos volverlos mas racionales tendiendo puentes entre aspectos incongruentes, creo. Como hablar de ellos, si no?No es tanto el suenio lo que importa analiticamente sino su recreacion consciente.

Lo que quiero decir es que ese esfuerzo por recordar con "artificios" es creacion pura y el inconsciente vuelve a aflorar en la reconstruccion, obviamente de otra forma, por lo tanto con nuevos aspectos a explorar.

yo no creo en absoluto que su posteo sea snob y personalmente no me interesa conocer a muchas de las bandas que a ud. le gustan. Pero lo leo igual, porque siento que Ud. no habla de esas cosas como forma de excluir ni como forma de evangelizacion musical.

Simplemente veo que la musica en ud. dispara cosas, que son puertas para entrar a mundos diferentes que no podrian estar conectados de otra forma.

pad said...

Bueno, ese es un buen punto. Sin embargo, todos lo que gustamos de Sumo es porque de alguna u otra forma la figura de Luca nos atrae. Dicho de otra forma quien no este enganchado por la figura de Luca, dificilmente pueda sentirse atraido por la musica de Sumo. Creo que eso es la mejor prueba del peso como icono de luca dentro del proyecto musical de Sumo. No pasa eso con ciento de bandas. Si curiosamente pasa algo similar (no se si al extremo) con Ian Curtis y Joy Division. Pero no creo que eso ocurra con otras bandas. Y ni siquiera creo que pasa con bandas contemporanes argentinas como Virus, los abuelos, o Soda stereo.

Anonymous said...

Lo leí TODO, Agus. En serio. Dame un tiempo que lo leo un par de veces más a ver si lo entiendo. Yo también quiero comentar algo inteligente.

Anonymous said...

A bueno Pad, si te metés con Soda te aviso que vas a estar en serios problemas.

Agustin Acevedo Kanopa said...

astllr:
Estamos de acuerdo en todo lo que dijo sobre los sueños. Precisamente, cuando dije mitos, y sobre todo, artificialidades no se debe tomar como algo peyorativo, sino más bien como artificio, es decir, creación, como voz bien decís, inconsciente.
Efectivamente, la elaboración secundaria, más allá de presentarse como un lindo guión que actúa a base de censura, nos dice tanto o más de nosotros mismos que el sueño en sí -además del hecho de que nunca llegamos al sueño en sí-. Incluso, alguien en la clínica podría inventar completamente un sueño, y sería igualmente un rico material de análisis

pad:
En todo caso, el ícono es el anzuelo, lo que primero hace morder a uno con una banda, película etc. Pero considero tremendamente necesario que ese primer momento sea justamente eso, un momento. Yo mismo no creo que me hubiera acercado tan tempranamente a Joy Division de no ser por el destino trágico de Curtis, pero eso fue un momento, y a lo largo de la escucha fui apreciando cosas en las que importa poco si el tipo se ahorcó o si en realidad se cambió de nombre y está pasándola bomba en una playa del mediterráneo. El problema ocurre cuando convierten al ícono en la base y sustento de todo el contenido, siendo esto el origen de hordas de rioplatenses rolingas, que nunca escucharon más que dos o tres temas de los Rolling Stones y alguna cosa que otra de Viejas Locas. Hablando justamente de Viejas Locas, con el Pity se puede ver que Argentina no se agota en su capacidad de producir iconos, por más que la música sea (quizás divertidamente) horrible.

pad said...

Ok. Pero una cosa es considerarlo necesario (ergo, deseable) y otra cosa es lo realmente existente. Si alguien logra demostrarme la existencia de una segmento de público significativo que escuche sumo sin estar enganchado a la figura de luca, podra convencerme de que el proyecto sumo tiene vida propia por fuera de Luca.

Phibrizoq said...

Wow, nunca había pensado así de la elaboración secundaria de los sueños, pero tenés mucha razón, Agustín.
Por cierto, creo que mi sueño más extraño (de los que recuerdo) fue cuando soñé con una pareja de televisores. Sí, dos televisores que eran marido y mujer (!). Me acuerdo que tenían ojos y boca caricaturescos y que estaban teniendo una discusión, y yo era una especie de testigo invisible de su vida.

El gaucho insufrible said...

...quien no este enganchado por la figura de Luca, dificilmente pueda sentirse atraido por la musica de Sumo...

Yo pude ver a Sumo en el Montevideo Rock I, y en aquel momento no mucha gente sabía quien era Luca o Sumo.

En el Dorado que era la unica radio que pasaba rock recien empezaban a pasar "La rubia tarada" principalmente porque Sumo estaba en el cartel.

En esta situación yo vi a Sumo y realmente verlo fue muy gratificante, primero porque en el contexto musical de aquel momento cantar en ingles y ademas sin copiar claramente a algun modelo americano y con una impronta local, era muy original.

Ademas estaba la prescencia de Luca Prodan que era un plus, pero en aquel momento era un total desconocido.

En aquel recital lo que trasmitia el tipo y la banda era "honestidad" y una cierta actitud de burla al publico. Durante el recital regalaba peines para la gente que tenia pelo y en el momento que alguien le tiro una botella al escenario el tipo paro todo y dijo "el que me tiro la botella que suba al escenario que lo cago a patadas" o algo parecido.
Finalmente terminaron con Crua -Chan (tema que no saldria hasta un par de discos despues) y fue impresionante.

O sea que tanto la musica como la propuesta como Luca tenian su atractivo propio en su momento, algo que quizas quien diseccione la musica de Sumo con los ojos actuales seguramente pasara por alto.

pad said...

Oldboy:

Hay una nota que vi del mismo Jorge Bonaldi en Brecha, quien fue que cubrió ese evento. Por supuesto dentro de toda la nota cubierta de rechazo ante esos jovencitos que copiaban modelos anglosajones, había unas líneas que mostraban el deslumbramiento que tuvo hasta el propio Bonaldi por la figura de Luca, mucho más que por la banda en sí. El loco relataba esa misma escena que vos mencionas del tipo regalando peines, y mencionando cuando iban a tocar la "rubia tarada" que ese era un tema dedicado a las minitas que vivían en Punta Gorda y Carrasco.

Es decir que más allá o más aca del mito Luca, para un observador externo (y en el caso de Bonaldi muy externo) la figura y el swing de Luca era lo primero que uno miraba cuando veía a Sumo en vivo.

Ahora también es cierto que mi frase pueda tener mas validez en los que se aproximan post facto a la obra de sumo. Que son por transcurso del tiempo (al irse sumando nuevas generaciones), y por popularidad del propio grupo en su tiempo (sus recitales no eran ni de lejos multitudinarios), la forma en que llegan la gran mayoría de los que hoy lo escuchan.

El gaucho insufrible said...

pad:
Con mi comentario no queria minimizar la figura de Luca Prodan sino comentar que la musica que hacian tambien era importante y quizas sonaba mucho mas original y diferente en esa epoca de lo que suena ahora.
...
No me puedo imaginar lo que debe ser la critica de Bonaldi, je ,je

pad said...

Que ficha Bonaldi....pero en la nota le dio muy para adelante a sumo. Destaco lo profesional que sonaban en relación a las bandas uruguayas, además de los comentarios específicos sobre su cantante.

Creo que la vi en la página que tenía Bonaldi en internet. No se si la página sigue estando disponible.

Ama-gi said...

Agustín, soñé que me elegían en un casting para personificar a un heladero en un aviso televisivo.

Me ofrecían 750 U$S por pregonar "Palito, bombón, helado".

¿Podés interpretar eso?

Anonymous said...

Mi sueño de anoche fue mucho más simple que el tuyo, Amagi. Soñé que era una psicóloga desempleada y que para sobrevivir tenía que darme maña apelando a la aplicación de mi conocimiento a diversas interpretaciones que compraba sin cuestionar toda una fauna de crédulos.

No se que diría Freud de mi sueño. Creo que esta noche no voy a poder dormir de la preocupación.

benito said...

Nunca me pareció un perverso auténtico Albini, o al menos no en el sentido gratuito de la gente de Whitehouse o siquiera Marilyn Manson. No me lo imagino coleccionando objetos personales de John Wayne Gacy o Charles Manson. En cierta forma su aproximación a la violencia yanqui no es fetichista sino en cierta forma no explícita, más política. Y de alguna forma eso también se trasluce en su música que, más allá de lo violenta que sea, es siempre profundamente humana y terrena. En su trabajo en Shellac además ya ni siquiera está tan obsesionado con lo oscuro y tiene algunas canciones conmovedoras y llenas de una mirada algo pesimista pero muy sensible y afectuosa (Mama Gina, Copper, The Billiard Player Song, Song of the Minerals, Doris).

Corrijo a Oldboy: el recital de Sumo de Montevideo Rock I no terminö con Crua Chan (o Gaitas como se la conocía en aquel momento), sino que empezó con dicho tema. Yo, que había ignorado alevosamente a Legiao Urbana por no conocerlos (algo de lo que siempre me arrepentiré), pensaba hacer lo mismo con Sumo ya que las únicas canciones que conocía de ellos no me gustaban -La Rubia Tarada y Los viejos vinagres, que siguen sin gustarme-, pero un amigo tenía un porro. Y el lugar más seguro para fumar porro en aquellos tiempos antidiluvianos era al lado del escenario. Y estábamos ahí, en primera fila, cueteando de lo lindo cuando salen estas bestias con Crua Chan. De eso no me olvido más. Al otro día yo era fan de Sumo.

El gaucho insufrible said...

benito: ha de ser como dices, mi memoria no es lo que era.

Lo que me acordé despues es que antes de tocar Sumo andaba por el publico el Luca ahi con una media can-can en la cabeza como los ladrones de los bancos (99% cierto).

benito said...

Hecho comprobado 100%: el día anterior al show Luca estuve en Graffitti y se chuponeó a una gorda de mi liceo que estaba re-fea.

Hecho comprobado 100%: por no hacer una llamada telefónica en Bs. As. (a una amiga medio groupie que tenía), no fui al último cumpleaños de Prodan y no me lo presentaron nunca.

De cualquier forma me asombra el que, si bien el recital de Sumo es recordado por todos los que estuvimos allí (incluso a 20 años de distancia y siendo muy pequeños), el de Legiao Urbana -una banda igual de grande- casi no es recordado por nadie.

Agustin Acevedo Kanopa said...

Lo de Marilyn Mansonr está muy lejos de lo de Albini. Dentro de las producciones de este primero hay una cierta lógica interna que funciona como una especie de moral bajo sus propios términos. En lo de Albini (por lo menos de lo que vengo escuchando) no. Limitándome al songs about fucking, hay una falta de culpa, una necesidad de reducir al otro como objeto inanimado, de gozarlo sin importar las consecuencias, una falta de amor que más que falta es completa ausencia, que no me deja otra que considerarlo perverso, en el sentido de la palabra más clínico. Marilyn Manson parace querer derrocar a un Dios, solo para proponer otro. Albini, en sus canciones, es Dios

Brunomilan said...

las letras de Big Black estan buenas, pero nadie va a decir nada de como suenan esas guitarras? nunca escuche nada asi, mas que distorsionas parecen una descarga elecrica!

benito said...

las guitarras de Big Black no tienen muchos trucos, más allá de una ecualización muy aguda en la distorsión que hace que, por momentos, parezcan grabadas por línea. Pero hay un detalle que se nota de vez en cuando: Albini usaba una enorme púa de lata.

Anonymous said...

bad news:

Announced on February 8th, 2008 Godspeed You! Black Emperor officially disbanded after a lengthy hiatus. Efrim Menuck cited an existential crisis related to the war in Iraq as the reason the band was now untenable. It is unclear but Menuck suggested personal issues between some of the band's members may have also contributed to the split.

Agustin Acevedo Kanopa said...

Una banda que aunque no tanto en sonido, pero sí en estética me hace acordar a Big Black, es The Gun Club. Los tipos explotaban al máximo la imagen de serial killer redneck, en una mezcla de misoginia y oscurantismo sureño que a más de uno le hacía pegar el grito en el cielo. No me acuerdo qué reseña era que llegaba a la genial conclusión de "hablaban con referencias a cazar negros y cometer violaciones siendo evidente que esto podría haber sido tremendamente ofesndivo, pero el vocalista canta con un brío tan teatral que enseguida sabés que está actuando. O no."

Rodri:
Fuck!
Igual, no te fies mucho de la internet, la otra vez leí que Ian Mckaye había muerto en un choque de autos

Brunomilan said...

Estos vagos son geniales, que pasaba no podia componer pensando en lo atroz de la guerra? mas alla de eso se los va a extrañar (que temazo es "east hastings" dios!), aunque mas o menos sabiamos que no iban a seguir...

Me baje el de Collins, pero esto significa que no hay reseña? traidor...

Agustin Acevedo Kanopa said...

La reseña va a estar, el Jim se lo merece.
El tema es que anduve en un trabajo de psicopatología que me consumió todo el fin de semana (saqué la cuenta de que estuve sentado escribiendo desde las doce del mediodía del domingo hasta la una y pico de hoy, lunos. El trabajo ya lo terminé, por lo que contá con la review para el miercoles. Ahora solo quiero dormir.

PD: Nadie comparó todavía la canción de Sumo con la de los Glazo Babies? Háganlo! vean las similitudes.

Anonymous said...

ah, pero mucho más romántico el Gun Club.


El uso de imaginería de Pierce está más cerca del rock sureño, sin ironías.

Albini en la época de Big Black era, más que nada, muy anti-romántico. Cosa que no me parece mal.

Agustin Acevedo Kanopa said...

No lo había pensado así, pero probablemente tengas razón (recién acabo de empezar con Albini y se le ve un poco la veta anti-romántica que decís). El Psychobilly tiene eso de exponenciar hasta dimensiones épicas y estrafalarias toda la imaginería sureña, muy ciertamente, es una versión romántica y freak de todo lo sureño. No recuerdo el nombre del documental, pero era de una hora y media uno hecho por unos alemanes que se dedicaban a investigar la escena del psychobilly del sur de los Estados Unidos, y difícilmente se pueda encontrar una movida tan estéticamente sorprendente -realmente, era como estar en un circo durante un mal viaje de ácido.
Igual, The Gun Club va un poco más allá de eso y también tiene mucho del punk

astllr said...

para los interesados en suenios, aqui un sitio muy interesante

www.worlddreambank.org

valen la pena tambien los dibujos de aficionados de la art gallery

Anonymous said...

se mudan las palabras.
no los contenidos.

ahora:
http://fotolog.com/pedorestu

sale el disco.
pronto.

Anonymous said...

CORRIJO:
http://fotolog.com/pedrorestu

Nico® said...

Señor:
Me tope con usted en google, fue más por busqueda que por casualidad. Me encontraba buscando como se escribía su segundo apellido, si acaso era con C como Caribe o con K como Karibe.
Y hete aquí que yo se que usted escribe mucho y por todos lados, pero lo que nunca sospeche es que el primer resultado de busqueda (feel lucky?) que me arrojara seria su usuario de lastFM.
Solo eso.

Pez Rabioso said...

no me entreveres a Hiram que el viernes en lo de Estin tenés el disco
podés provocar una catástrofe de mensajería
pensar que en argentina alguna vez existieron color humano, pescado rabioso,manal, pappo's blues, invisible, la pesada, crucis
y después la gente vino a decir que sumo era una banda salada
y después nadie entiende por qué estamos en la hoja

El gaucho insufrible said...

pez: ¿no te estas llendo un poco al carajo?, comparar "papo's blues" con Sumo es como comparar peras con naranjas, son cosas diferentes, productos de tiempos distintos, independientemente de que te guste mas una que otra.

Es como si dijera ... y pensar en UK existieron los Black Sabbath y luego la gente decia que Radiohead era una banda salada.

Agustin Acevedo Kanopa said...

Concuerdo con Oldboy.
Te podría decir lo mismo de cómo puede ser que te guste Días de blues y también Traidores.
El problema es que sólo emitís juicios desde una perspectiva de género (en tu caso, está archirecontra sabido que es el hard rock setentoso), sin tener en cuenta las particularidades, requerimientos y exigencias de otros estilos
(Dentro de poco te vas a quejar de por qué Bernard Sumner no tocaba como Jimmy Page).
Cada vez te pareces más a mis viejos.

Pez Rabioso said...

me limito a señalar la decadencia
pasar de color humano a sumo es decadente.
de la misma forma que pasar de días de blues a traidores o chicos eléctricos es decadente.
eso no quita, claro, que me gusten algunas de esas cosas decadentes.
de todos modos ya abandoné la escritura en mi blog así que no tengo por qué hablar bien de lo que pasó del 77 en adelante y mal de los dinosaurios anteriores.
y ya lo dije antes
inventen lo que inventen
Zepp siempre se los garchará de parados.
y color humano también (irónicamente Pettinato siempre fue un gran fanático de pescado, invisible, color humano,etc, y vaya a saber cómo terminó tocando ese pastiche ochentoso)

Pez Rabioso said...

ah, y acordate que soy perverso así que puedo prescindir de la lógica argumentativa tranquilamente.
y puedo putear y todo eso y no pasa nada.
ah, y le escribi un homenaje a Estin.
y escribo los ah, eh y ups! porque soy medio subnormal nada más y tengo problemas de simbolización.
castillo de piedra nenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Agustin Acevedo Kanopa said...

Yo que sé pez, Dios sabe que Zeppelin es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, pero de ahí a decir "inventen lo que inventen Zepp siempre se los garchará de parados" es un pensamiento demasiado oscurantista y religioso para mi gusto.
Pero bueno, como voz decís, la lógica argumentativa no funciona en tu caso, y discutir contigo sería lo mismo que intentar a convencer a Tabaré Vázquez de que Dios no existe.

Brunomilan said...

Perdon que cambie de tema pero me podrian explicar uds hermanos uruguayos el (o los) significado de la expresion "salado", ya lo vi aplicado de 5 maneras diferentes, encima en Argentina significa otra cosa totalmente distinta, aca esta asociada a la mala suerte "que salado este Palermo se le cayo una pared en la rodilla"...

pad said...

"y ya lo dije antes
inventen lo que inventen
Zepp siempre se los garchará de parados".

"y acordate que soy perverso así que puedo prescindir de la lógica argumentativa tranquilamente."

O sea que el segundo párrafo es un pase para defender el bolazo tirado cualquier cosa que se afirma.

"La vieja de elvis, rockeaba mucho más que Alice Cooper". Pero ojo, que eso que dije puede ser cualquier pelotudez.

Agustin Acevedo Kanopa said...

Salado es todo y nada a la vez.
Salado es la frase que uno responde cuando no entiende una pregunta porque salado es la respuesta a todas las preguntas
Salado es lo bueno y lo malo, tan dispuesto a ser usado y tan imprescindible entre si como la luz para la sombra, el ying para el yang.
En general, salado es para algo que es excesivo, demasiado bueno como malo.
En fin, salado es

salado

El gaucho insufrible said...

.... 1972, en algun lugar de la america profunda el alter ego de "pez" habrá escuchado el último éxito de Led Zeppelin diciendo...

y ya lo dije antes
inventen lo que inventen
Robert Johnson siempre se los garchará de parados

...

bromas, aparte nadie convence a nadie en un blog, entrar en una discusión musical sobre led-zeppelin/dias de blues contra cualquier otra banda (bueno contra White Stripes no porque obviamente gana LZ) es una discusión del mismo calibre que decir ¿si el hombre araña pelea contra Batman quien gana?.

...

beavis: ¿Si Ozzy Ozbourne lucha contra Dios quien gana?

butthead: mmmmm...heee, no se.

beavis: No gana ninguno, porque Ozzy ES DIOS!!.

Pez Rabioso said...

pad, lo acabo de chequear con tu vieja y mi amigo Estin es tu padre
congrats!

Diego Estin Geymonat said...

Qué bolazo se mandaron ahí, el Hombre Araña se lo garcha de parado al Batman.

Pez Rabioso said...

o colgando de un andamio
batman es re puto además Estin
fijate que aunque de y no reciba, es lo mismo
es puto igual
o no Estin (o deg según te conocen por acá?)

http://www.patricia.com.uy/categoriaplaya_13_1_28.html

voten a mi amiga, la morocha de abajo del todo, que queremos cerveza gratis
gracias por todo

pad said...

Pahh, el rebeldito perverso se metio con mi vieja....Que "salado" que esta eh...

Mangus said...

Inventen lo que inventen King Crimson, Jethro Tull y Rush siempre se los van a garchar de parados a todos.

A su vez ellos se garchan de parados entre ellos pero no les importa por que son re salados.

¡Me encanta tu lógica Matías!

Saludos

PD: Agustín, uno de estos días hablamos y te devuelvo tu dvd

Mangus said...

Me olvidé: lo importante además es quien se garcha de parada a la mujer maravilla.

Marquitos Biribundingui said...

Está cantado que a la Mujer Maravilla se la garcha de parado Harry y los Hendersons (sí, Pie Grande y toda la familia que lo adoptó en el bosque).

Anonymous said...

Agustin el disco te lo lleva Matías, yo se lo doy mañana.
a proposito zeppelin sabbath doors y beatles se garchan a todos
y goodspeed les rompe el culo
saludos - Hiram

Anonymous said...

y si es guitarristas mr jimmy hendrix

Anonymous said...

Que manga de salames, ah este se los garcha de parados, no, este, no, este, no y este tambien? ja ja ja. Pierdanse, se fue el buen post al carajo.

Agustin Acevedo Kanopa said...

Tengo que hacer un post nuevo ya!

Anonymous said...

yellow kid se garcha de parado a toda la liga de la justicia y a la mayoría de los x-men

Pez Rabioso said...

che Guzman los de rush primero se garchan de parado al bajista
o al menos le estrujan las bolas

por fin comentarios con onda acá eh

Mangus said...

Se ve que en los ochentas se cansaron de cojerlo por que empezo a pegar menos alaridos en los temas.

Aún así no importa por que el bajista de rush se garcha de parados a todos los demás bajistas de rock, salvo tal vez a John Wetton.

Che que osado estuviste en colgar, en un lugar donde se está manejando mucho la frase "garcharse de parado", un link a una foto de una muchacha tomando cerveza del pico.
Decir que la gente acá es bastante sofisticada...

Phibrizoq said...

Nico se garcha de parada a todo el mundo. Y eso no me lo pueden negar: Iggy Pop, Lou Reed, John Cale, Brian Jones, Jim Morrison, Tim Buckley, Alain Delon, Jackson Browne... en fin.

Agustin Acevedo Kanopa said...

ah, si estamos así, entonces qué me dicen de Serge Gainsbourg. Touché

Phibrizoq said...

Sigo sin entender cómo hacía. Ok, era muy buen músico, pero era más feo que la mierda. ¿Cómo hizo para que le dieran bola Brigitte Bardot y Jane Birkin?

Diego Estin Geymonat said...

Es evidente, se las garchó de paradas.

Pez Rabioso said...
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Colifloressecas said...

Es verdad

Gainsbourg probablemente se los garcha parados a todos

Duroc said...

Serge Gainsbourg... hace varios años (creo en los 80') habia una especie de programa de tv que estaba el conductor y Serge que chupaba y tomaba en un bar y charlaban. Así era la toma. Al estar por aquellos lares hace no mucho tiempo disfruté de ese tóxico face to face talk show que daban de revival. Habia otros invitados siempre por la vuelta y el tipo siempre la mandaba a guardar... Un gran respeto al capo del "Reggae marsellaise", con el magno himno francés como ejemplo clave. Cómo subía gente al escenario ese quía... Desde alguna chica consagrada hasta toda la negrada de las banlieues Marsellesas o Parisinas. En fin, larga vida a este grande, otra celebridad que descansa en el cementerio de Montparnasse, cerca de Baudelaire, Sartre, Beauvoir, Vallejo y Julito Cortazar... Y Charlotte, su hija, una di-vi-na.

Anonymous said...

fé de erratas: chupaba y fumaba, quise decir*

Phibrizoq said...

Charlotte es una divina actuando, pero como música es un embole importante. Aunque ella no tiene la culpa realmente, échensela a Jarvis Cocker y a Air que son los que están detrás de ese disco.